Getsemaní

El Monte de los Olivos es, en realidad, una pequeña cadena montañosa cuya altura más destacada es la del Monte Scopus. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, tiene una importancia especial: es el lugar de la visión de Ezequiel y de la Pasión de Cristo. Fue aquí donde Jesús lloró sobre Jerusalén y pasó la noche antes de ser arrestado y se encuentra también aquí el lugar desde donde los discípulos le vieron subir a los cielos.

En la foto estoy junto a uno de los tres olivos milenarios que quedan de los tiempos de Cristo  y a los que los Franciscanos de Tierra Santa cuidan con gran esmero y según nos dijeron casi la totalidad de los olivos que los rodean, son de huesos de sus olivas. Ya hace diez años de esta foto pero lo recuerdo todo como si fuese ayer, ¡cuántos lugares inolvidables por mucho que viva y cuantas sensaciones maravillosas tuve allí!