Una conocida leyenda, nos cuenta que hace muchos, muchos años, un joven solia ir con su ganado a la orilla de un pequeño lago, Un dia vio a una hermosa joven,que remaba,de un lado a otro,
en una barca de cristal.
El joven le ofreció compartir con ella la comida que llevaba para pasar el dia, a lo cual ella se negó, alegando que el pan estaba duro, y desapareció.
Al día siguiente, el joven llevaba la masa del pan sin cocer, y ella la rechazó, alegando que estaba demasiado blanda y volvió a desaparecer.
Al tercer día el joven, le entregó pan poco cocido, y ella aceptó.
Al instante, surgieron del agua tres personajillos, un viejo con dos hijas idénticas, una a cada lado, y le dijo al joven:
-¡Te ofrezco a mi hija de la cual te has enamorado, si eres capad de reconocer cual de las dos es.
El muchacho estaba a punto de renunciar, ya que no era capaz de reconocerla, cuando la joven adelantó levemente un pie, y la reconoció por su chinela.
Y así obtuvo su mano.
Al hada del lago, le otorgaron una magnífica dote, y vivieron felices, pero al joven le habían advertido que perdería a su esposa, si la golpeaba tres veces sin motivo, ¡y ocurrió, que siendo felices como eran, las hadas se comportan a veces de forma extraña, lo mismo lloran en una boda, que ríen en un entierro, por lo que su esposo, la reprendía, así durante tres veces.
Cada vez que la reprendía, la daba una palmadita cariñosa, pero ésto bastó para que ella le abandonase, pero no se olvidó de sus hijos, a los que enseñaba muchos secretos de medicina, para que llegasen a ser unos buenos médicos.
Una historia un poco extraña para ser de hadas, ya que por norma todo en estas historias es bonito y con final feliz. Un abrazo.
ResponderEliminarSi por eso me ha gustado tanto que he decidido ponerla, un hada un poco peculiar.
EliminarHola Julia, pase por tu espacio y con tu permiso me quedo. Tienes un espacio muy mágico. Gracias por compartir.
ResponderEliminarUn Saludo.