Antes de entrar deja fuera tu rabia y tu ira. Bienvenido a este bosque encantado, un lugar donde podemos dar rienda suelta a ese niño que todos llevamos dentro, tienes mi permiso para dejarle salir y que haga locuras. Sumérgete en este mundo mágico de las hadas y los duendes y vuelve pronto, te esperaré agitando mis alas

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lunes, 27 de marzo de 2017

La Ninfa Eco y Narciso


Eco es una de las ninfas del bosque, y es la que da origen al sonido que conocemos como eco.

Eco es protagonista de varias leyendas. Por ejemplo, existe una en la que aparece como la amada de Pan (dios de pastores y rebaños), pero ella no corresponde a ese amor sino que sufre por el desprecio de un fauno al que ama de verdad. Pan, movido por los celos decide vengarse, y hace que ella se desgarre por unos pastores. Su llanto se relaciona con el eco.

La diosa Hera había castigado a Eco, y le impedía hablar. La ninfa solo podía repetir la última palabra que pronunciara su interlucotor. Esto se debió a que Eco cubría a Zeus sus infelidades hacia Hera, y la entretenía con elocuentes conversaciones, mientras el dios de dioses se divertía con sus amantes.

En la versión más conocida del mito de Eco, ella se enamora perdidamente de Narciso de quien el adivino Tiresias predijo, en su nacimiento, que tendría un larga vida si no se contemplaba a sí mismo. Este joven era muy hermoso pero despreciaba el amor de todos.

La pobre ninfa no fue la excepción y Narciso despreció su corazón cuando la vio en el bosque y ella no fue capaz de responderle más que sus propias palabras. Entonces, ella desolada, ofendida se encerró en un lugar solitario y allí dejó de comer y de cuidarse. Así se fue consumiendo poco a poco, y el dolor la fue absorbiendo hasta que desapareció y se desintegró en el aire, quedando sólo su voz que repetía las últimas palabras de cualquiera. Esta voz es lo que llamamos eco.

Debido a esto los dioses se molestaron y todas las demás mujeres rechazadas oraron a los dioses por venganza. Némesis (la venganza) las escuchó e hizo que Narciso contemplara su propia imagen. Cuando el joven lo hizo, se enamoró de su propia belleza y ya no le importó nada más que su imagen.

Se quedó contemplándose en el estanque y se dejó morir, totalmente indiferente al resto del mundo. Dicen que aún en el Estigio (el mar de la tierra de los muertos), Narciso continúa admirándose.

En el lugar del lago donde Narciso se miraba, nació la primera flor que lleva su nombre.

viernes, 3 de marzo de 2017

El Mar Muerto

¿Cuánto hay que descender para llegar al Mar Muerto? Unos 400 metros por debajo del nivel de mar. ¿Qué profundidad tiene este lago salado? Casi la misma (en la parte norte). ¿Fascinante? Sin duda. Todo lo es en el Mar Muerto.

He aquí más datos: el Mar Muerto es el punto más bajo que existe en cualquier masa terrestre del planeta (417 metros por debajo del nivel del mar, para ser exactos). La cantidad de agua que se evapora de él es mayor de la que recibe, por lo que esta masa de agua posee la mayor concentración de sal del mundo (340 gramos por litro de agua).

Se llama Mar Muerto porque su salinidad impide que exista forma de vida alguna en este lago. Por otra parte, esa misma sal proporciona un enorme alivio a los numerosos visitantes que sufren alguna dolencia y que vienen aquí regularmente a beneficiarse de sus propiedades curativas. Todo esto y mucho más hacen del Mar Muerto un lugar fascinante, diferente y peculiar.

También podría llamarse a este lago “el balneario terapéutico más bajo del mundo”. En su sección sur se producen sales marinas con fines industriales, y el norte se dedica al turismo y al cuidado de la salud. La composición de sales y minerales del agua es lo que le otorga propiedades únicas y beneficiosas para el organismo.

Su lecho también contiene depósitos de lodo negro fácil de extender por el cuerpo que proporciona a la piel minerales nutritivos. Por si todo esto fuera poco, el bromuro del aire es también beneficioso para el cuerpo, de manera que el Mar Muerto ofrece buena salud y curación a turistas de todo el mundo.

Sin duda es un tesoro nacional de incalculable valor. La costa occidental (dentro de las fronteras de Israel) dispone de playas organizadas y de zonas de baño que permiten acceder cómodamente al agua. Junto a dos de estas playas terapéuticas (Neve Zohar y Ein Bokek) se han creado grandes centros capaces de satisfacer al turista más exigente. Encontrará decenas de hoteles, hospederías y casas de huéspedes, restaurantes y centros comerciales, así como sorprendentes empresas turísticas que ofrecen una gran variedad de actividades emocionantes (recorridos en jeep y en bicicleta, paseos en camello, hospitalidad beduina, rappel y mucho más), junto a actividades artísticas y culturales (galerías y estudios de artistas), y, por supuesto su agricultura única, adaptada al clima local.

El Mar Muerto linda con el Desierto de Judea, región cálida y yerma al pie del acantilado de Ha-He’etekim, que también se ha convertido en un importante centro de turismo en el desierto. El litoral cuenta con numerosos manantiales rodeados de flora silvestre. La peculiar combinación que se ha formado en este lugar, entre paisajes desérticos y oasis llenos de agua, plantas y animales, cautiva por igual la vista y el corazón, y atrae a numerosos turistas a parajes como el Monte Sdom, Nakhal Darga, la reserva de la naturaleza de Ein Gedi y la reserva de Einot Tsukim (Ein Fashkha).

Además de estos sobrecogedores enclaves naturales existen también otros puramente históricos que ocuparon un destacado lugar en el pasado de Israel y que conservan el antiguo encanto de esta zona. Entre los lugares más relevantes están la fortaleza de Massada, la antigua Ein Gedi y las cavernas de Qumrán, en las que se hallaron antiguos rollos de manuscritos como los rollos del Mar Muerto, lo que le permitirá conocer algo más sobre los primeros cristianos y la secta de los esenios, que vivieron allí y a los que se considera precursores de la vida monástica cristiana.

La región noroeste del Mar Muerto es también un lugar de peregrinación para los cristianos que han venido a lo largo de los siglos, especialmente en Pascua. De aquí van al Jordán (lugar donde según la tradición fue bautizado Jesús), y muchos aún siguen esta costumbre en la actualidad.

El recorrido por la zona del Mar Muerto no sería completo sin una visita a los sorprendentes monasterios construidos en las paredes de los acantilados. En el siglo IV se popularizó el ascetismo entre los cristianos, que deseaban vivir del mismo modo que Jesús. Muchos creyentes quisieron dedicar su vida a Dios, y el Desierto de Judea pasó a convertirse en un destino ideal para los monjes, que construyeron fabulosos monasterios, algunos de ellos excavados en las paredes de piedra del desierto. Entre estos monasterios se encuentran los de San Jorge, Quruntul, Khozeba y Mar Saba. Algunos de ellos aún están habitados e incluso acogen a los visitantes, que pueden así apreciar la intensidad del desierto y su belleza salvaje.