Estaba el Señor, un día en el Paraíso repartiendo los trabajos a su séquito de ángeles. Tú, serás el ángel del Amor, tú serás el de la Fe, tú el de los celos, tú el de la caridad, y así uno a uno le fue dando su trabajo. Pero quedó un ángel sin trabajo y fue corriendo al Señor y le dijo:
-¡Mi Señor a mí no me has dado trabajo!
- El Señor pensó un momento y dijo, está bien tu serás el ángel de la muerte, el ángel exterminador.
- Yo Señor, apostilló el ángel,- la gente no me querrá.
- No te preocupes dijo el Señor, esperemos un tiempo y ya me diréis.
Pasaron unas semanas y el Señor se juntó con su cuadrilla de ángeles, a ver que decían de su trabajo. Todos los ángeles estaban enfadados.
-Señor, la gente en la tierra se matan por mí, dijo el ángel del amor, dice que matan y mueren por amor, y esto no me gusta.
-Señor, pueblos enteros se pelean por mí, siguió el ángel de la Fe, dicen que lo hacen en el nombre de la religión y en el Nombre de Dios.
Y así unos tras otros, todos iban contando sus experiencias negativas, hasta que le tocó el turno al ángel de la muerte.
- Y tú que dices, le preguntó el Señor.
-Señor, dijo el ángel. Pues que no me quejo, porque la gente en la tierra nunca me echa la culpa, todos dicen ha muerto por culpa de la gripe, ha muerto por la guerra, ha muerto de hambre…. Y el Señor siguió, ves como a ti te he dado el mejor trabajo, pues pase lo que pase tu nunca tendrás la culpa de nada.
(No conozco al autor de este cuento, si alguien lo sabe que me lo diga e inmediatamente lo pondré)
Antes de entrar deja fuera tu rabia y tu ira. Bienvenido a este bosque encantado, un lugar donde podemos dar rienda suelta a ese niño que todos llevamos dentro, tienes mi permiso para dejarle salir y que haga locuras. Sumérgete en este mundo mágico de las hadas y los duendes y vuelve pronto, te esperaré agitando mis alas
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Desconozco al autor, Julia, pero el cuento es muy bonito. A veces, lo bueno no es tan bueno y lo malo no tan malo. Besos y besos!!!
ResponderEliminarEs cierto; es el Ángel menos culpable y perseguido, porque las culpas son atribuidas interior y exteriormente al propio Ser Humano.
ResponderEliminarAbrazos y besos.