En el noroeste argentino se pueden apreciar luces fosforescentes en los cerros durante la noche, según estas leyendas aquellas luces son en realidad las almas de personas que regresan a cuidar tesoros que enterraron cuando estaban vivos.
El Farol de Mandinga son almas de personas que cuidan los tesoros que alguna vez enterraron, estas aparecen para asustar aquellas personas que intentan llevarse su tesoro. Las personas cuentan que están luces son más brillantes durante el 24 de agosto, esto porque según durante ese preciso día el diablo logra escapar la vigilancia de los ángeles y hace que las personas vayan en busca de tesoros, entonces las almas que los cuidan brillan más fuerte para asustar a todos aquellos que intentan llevárselos.
En otras regiones se habla de que las luces son almas en pena que vagan porque no tuvieron una sepultura, y para poder alejarlas basta con rezar.
Antes de entrar deja fuera tu rabia y tu ira. Bienvenido a este bosque encantado, un lugar donde podemos dar rienda suelta a ese niño que todos llevamos dentro, tienes mi permiso para dejarle salir y que haga locuras. Sumérgete en este mundo mágico de las hadas y los duendes y vuelve pronto, te esperaré agitando mis alas
Siempre hay leyendas en los pueblos y las gentes que permanecen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha parecido muy bella y enigmática esta Leyenda de la Luz Mala.
ResponderEliminarAbrazos y besos.