La feria había cerrado sus puertas por hoy, los niños ya se habían marchado a sus casas, ya no se oían sus escandalosas risas y gritos. El fin de semana se había terminado y había que acostarse más temprano pues mañana tenían que volver al colegio. Tenía por delante unas horas de reposo antes de empezar una nueva jornada. El ratito que llevaba con los ojos cerrados, le había aliviado un poco el dolor de cabeza, poco a poco los fue abriendo y miró a derecha e izquierda. Si, allí estaba, tumbada junto a su amigo, el pingüino Momo y la presumida y prepotente señorita Dory con su uniforme de enfermera de la 2ª Guerra Mundial, ahora intentaría dormir, se sentía segura al abrigo de aquella maleta de cuero marrón, raída por los años de uso y que había sido su hogar durante casi veinte años, se acarició sus rubias trenzas, procuró estirar las piernas y se dispuso a dormir. Mañana sería otro día.
¡Que duro era ser una marioneta de feria!
Julia L. Pomposo
Saludos Julia, qué bonito retroceder a ese mundo infantil y soñar que los juguetes tienen vida. he viajado a mi niñez. Me gustaba ponerle aliento al soldadito de plomo. Gracias por esta magnífica prosa literaria.
ResponderEliminarAbrazos y buen día.
Gracias Ceciely, de vez en cuando es bonito viajar en el tiempo y volver a ser niños. A mi me sirve de terapia y me revive.
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Hola, Julia... Me ha encantado Molly
ResponderEliminarY sí, después de hacer felices a muchos niños merece descansar
Las marionetas tienen algo especial... y este relato es precioso
Besos
A mi, de niña, me daban un poco de yuyu, se me figuraban personas pequeñitas, jeje.
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Bueno de principio a fin, con un final inesperado, pero genial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael, por tus palabras y tu fidelidad.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Besos
Un relato muy bonito.Las marionetas tienen un encanto espacial
ResponderEliminarLos niños se meten en sus personajes y se lo pasan genial.
Molly esta cansada y con dolor de cabeza,pero feliz.
Un abrazo Julia
Nunca me gustaron mucho, me daban un poco de miedo, no se que se me figuraba que eran.
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Hola Julia, las marionetas son una pasada llevan a los niño a meterse en el personaje, y además de crear, manifiesta lo que lleva en su interior. Me encanto Molly, es una niñas muy tierna, ahora la toca descansar.
ResponderEliminarUn calido abrazo.
Hola Cristina, gracias por venir a dejar tu huella, me alegra que te guste el relato.
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Cuando he comenzado a leer he pensado en otro tema bien diferente, el final me ha gustado pues Molly es un encanto de marioneta con alma y tiene más que merecido su descanso.
ResponderEliminarBesos de Espíritu sin Nombre.
Eso de las manos manoseándola te ha dado mala espina ¿no?, pues ya ves que todo es de lo más inocente.
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Me encanta como has terminado el relato, la verdad es que no me lo esperaba.
ResponderEliminarAhora mismo, recordando tu final, me ha venido a la mente una novela que he leído hace mucho, era de un libro que hablaba y contaba todas las peripecias de su vida, las manos por las que había pasado para acabar en un contenedor de basura y al final, creo que es salvado de la cinta que conducía a un gran horno para ser quemado.
Ha sido un placer leer a tu marioneta de largas trenzas rubias.
Te dejo cariños en abrazos.
kasioles
Una marioneta que su vida era dura pero en cambio hacía feliz a quienes veían el espectáculo.
ResponderEliminarUn abrazo.
...QUERIDA JULIA ...GRACIAS BONITA POR PASAR POR MI BLOG Y DEJARME TU CARIÑO AQUI VENGO YO COMO CUANDO ERA LA NIÑA DE TU PRECIOSO CUENTO...RECUERDO QUE YO DE UN CUENTO HACÍA TRES Y LAS MONJAS ME DECIAN....¡NO SI TU SERAS ESCRITORA !Y YA VES SOLO ESCRIBO ALGUN POEMA...BUENO PUBLIQUE ALGO PERO AHI QUEDÉ....BESOS YA TE VERE EN FACEBOOK.
ResponderEliminarhola! sera todo un placer el que alojes a estas buhas en tu bonito bosque, es muy lindo tu post y te compartimos, nos encantan los titeres, viva la magia! eso en tu blog abunda, gracias! saludosbuhos
ResponderEliminarMuy bonito tu blog, tiene imágenes fantásticas me transporta a un mundo de cuentos con hadas. Nunca me había puesto a pensar el sentir de una marioneta. Espero que Molly siga divirtiendo a los niños/as.
ResponderEliminarSaludos.