Ocurre en la fiesta de Capuleto, a la que una casualidad o giro del destino ha llevado a Romeo. Tras contemplar a Julieta, de cuya belleza queda cautivo a primera vista, Romeo se dirige a ella en una conversación en la que el lenguaje religioso y la atracción carnal configuran una atmósfera de tensión que precede al beso.
En ese juego, los labios de Romeo serán peregrinos que deben expiar el pecado que las manos del joven Montesco han cometido tocándola. Ella, por su parte, rebaja el ímpetu del joven recordándole que los labios están para consagrarse a la oración y no a otra cosa. La hábil réplica de Romeo supera la contención de Julieta, que parece invitarle a tomar la iniciativa diciéndole que las santas permanecen inmóviles cuando otorgan su merced. Entonces Romeo pasa a recoger ese fruto de su oración que es el beso de Julieta. La excusa para un nuevo beso está servida, pues el pecado ha pasado de los labios de Romeo a los de Julieta y la única forma de purificarlos es devolver el pecado a los labios de donde procede con un nuevo beso.
Jo, sí que le daban vueltas a las cosas por aquellos entonces. Ni tanto ni tan calvo. Como curiosidad, buenísima.
ResponderEliminarUn beso, Julia.
De verdad Nena, ¡cómo han cambiado los tiempos y los besos!
EliminarGracias por venir hasta mi rincón mágico.
Besos
Como curiosidad vale pero un beso de amor, y mas el primero, debe salir sin reprimir nada...
ResponderEliminarBesos
Es que los pobrecicos eran más cursis que el perejil.
EliminarBesos
Beso inolvidable que siempre recordaremos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero un poquito más espontaneo sería mejor ¿no te parece?
EliminarUn abrazo
Julia, una historia de lo más curiosa. Cada época marca una forma de ver las cosas.
ResponderEliminarJulia, un grande abrazo.
Los rituales de amor han cambiado con la época,lo que no ha cambiado es el amor.
EliminarBesos
Cuanto menos es curioso.Pero yo me había imaginado ese primer beso de otra forma,no se,mas apasionado.
ResponderEliminarBesos poeta.
Más natural ¿verdad? pero Shakespeare era un poquitín rebuscado.
EliminarBesos
¡Qué bonito pecar !... y luego deshacer el pecado ¡Ay Romeo!
ResponderEliminarBesos
André
¡Y que lo digas!
EliminarBesos amigo Andrés
Un poco inocentona si que da a entender que era Julieta ¡decir que los labios están para consagrarse a la oración! Pero vino Romeo para deshacer el pensamiento de Julieta.
ResponderEliminarUn besote Julia.
Los pobrecitos eran bastante tontitos, tanta rebuscar para un simple beso.
EliminarBesos